ROCKETRON – Análisis
El nombre de Astro Port, seguramente, no os suene demasiado, pero aquí ya hemos hablado alguna que otra vez de ellos. Es una pequeña empresa de origen nipón que ha estado danzando entre eventos locales y nichos como los matamarcianos o el run & gun hasta que, primero, consiguieron que alguien sacase sus juegos en Occidente, y segundo, apareciesen en otras plataformas como consolas (curiosamente, la primera consola donde se vieron sus juegos fue en Dreamcast, el año pasado). Recientemente ha aparecido Gigantic Army en Nintendo Switch, y esperamos que esto les permita, poco a poco, ser más conocidos. Y es que a pesar de que sus juegos no tienen un presupuesto muy alto ni son el colmo de la originalidad (aunque sí que pueden tener detalles interesantes), lo cierto es que suelen ser proyectos con muchos detalles interesantes, como la mecánica de la teletransportación en Zangeki Warp, uno de sus últimos juegos.
Un satisfactorio run & gun
La historia en Rocketron es bastante sencilla, de hecho podríamos considerar que realmente es una excusa para introducirnos en el juego, si no fuera porque posteriormente nos encontramos con diferentes personajes que nos van desgranando poco a poco más detalles de la trama, y que si bien nunca consiguen que esta sea tenida en demasiada consideración, tampoco podemos decir que sea despreciable del todoVenir de Tragamonedas Gratis Online. Básicamente, nuestro personaje es el elegido para llevar a cabo una misión que ya habían intentado otros: derrotar a lo que se ha llamado “el culto de Gogoth” (los mismos enemigos que en Armed 7, otro juego de Astro Port), que desde el planeta Metnal 28 intenta dominar el mundo. Allá va nuestro personaje, de nombre clave B.L.A.M, a intentar arreglar el desaguisado.
Lo importante a la hora de jugar a Rocketron es lo bien que se siente a los mandos. Si no fuera porque es un juego japonés, y de origen humilde además, podríamos considerar que es una versión mejorada y actualizada del clásico alemán Turrican, a la que se le añaden toques de Probotector, Cybernator y Metroid, como ya pasase de alguna manera en juegos anteriores de Astro Port como Steel Strider. Así, nos encontramos con un juego en el que manejamos a nuestro personaje por un mapeado continuo, pero en el que la acción es bastante más intensa que en un metroidvania de manual, dando mucha importancia a los combates entre diferentes enemigos (que son principalmente robots de varios tamaños y naves espaciales), los cuales suelen aparecer en pantalla ya sea de manera planificada (los derrotas y no vuelven a aparecer hasta que no vuelves a esa zona) o continua, con puertas o similares por donde aparecen más enemigos.Venir de Tragamonedas Gratis Online
Por suerte, BLAM tiene a su alcance un arsenal de armas de lo más variado, y eso le permite enfrentarse con éxito a los diferentes enemigos. El primer arma con la que empezamos es una pistola con una cadencia de disparo bastante decente y un poder aceptable, pero que cuando recogemos unas bolas de energía que dejan algunos enemigos de manera aleatoria alcanzan un estado superior de manera temporal, y durante ese rato la cadencia y el poder son mucho mayor. Poco tiempo después nos dejan una metralleta y una recortada, que aunque tienen una cantidad de balas ilimitadas no podemos abusar de ellas de la misma manera que hacemos con la pistola porque se pueden estropear, de manera que lo ideal es ir alternando entre las diferentes armas. Por si fuera poco podemos coger unos cristales que están repartidos por el escenario con los que podemos adquirir mejoras para algunas armas (la primera no, por ejemplo) y también para correr más o tener más vida. Cuando llevemos ya un rato de partida lo cierto es que el arsenal será mucho más notable, con armas de cuerpo a cuerpo, rayos especiales o cohetes, y esto redunda mucho en las posibilidades que tenemos a la hora de avanzar por el escenario.
Un elemento que requiere que nos paremos un poco a la hora de hablar de él es la especie de jetpack que tiene nuestro protagonista. Es realmente una especie de punto intermedio entre el jetpack de Willy Jetman y el doble salto de Shinobi III, y además tiene otras funciones como la posibilidad de desplazarnos en lateral de manera más rápida (aunque luego hay que dejar cargarlo de nuevo). Dada su importancia, la posibilidad de mejora está puesta aparte de los otros aspectos mentados anteriormente, y para ello tendremos que encontrar los correspondientes elementos repartidos por el mapa.
Juntando todo lo que hemos comentado, nos encontramos con que Rocketron nos ofrece una cantidad de horas no demasiado elevadas pero muy intensas, en los que al principio avanzamos sin demasiado problema mientras vamos recogiendo partes que mejoran nuestro traje, pero posteriormente esas partes son puestas a prueba de diferentes maneras, desde combates más espectaculares que difíciles (si queréis que sean un reto tendréis que experimentar los niveles de dificultad más complicados, el juego si no es bastante accesible), hasta momentos en los que tendremos que aprender a usar bien el jetpack de nuestro protagonista para no perder más vida de la necesaria.
Rocketron sigue la estela de desarrollos anteriores de Astro Port a nivel audiovisual, en los que usan gráficos pixelados pero sin ser demasiado definidos, de manera que quedan un poco a medio camino entre el pixel art tradicional y otras interpretaciones en dos dimensiones más modernas como el sistema Spine de Unity. En este caso nos encontramos con que de normal veremos bastante animación tradicional en dos dimensiones, pero de vez en cuando podremos encontrarnos con algún giro o algún detalle que implica otras técnicas, como el uso del apuntado de nuestra arma o los grandes jefes finales, los cuales sin ser demasiado difíciles si que suelen ser muy espectaculares, de gran tamaño, una notable variedad de armas, e incluso cierta capacidad para modificar el decorado, lo que redunda en una mayor espectacularidad visual.
A nivel sonoro no podemos decir que estemos ante un juego muy inspirado, aunque realmente no es que hayan hecho un mal trabajo. Sus melodías recuerdan, de nuevo, a una mezcla de Turrican y Metroid, con un punto de composiciones electrónicas marchosas mezcladas con ritmos más pausados y con reminiscencias a lo misterioso que es el espacio. Se ven acompañadas, eso sí, de una buena cantidad de efectos de sonido bastante espectaculares que provocan que disfrutemos más con todo lo que pasa a lo largo y ancho de la aventura.
Conclusiones
Rocketron es un gran juego de acción que como suele pasar con los desarrollos de este modesto equipo va a pasar relativamente desapercibido, aunque en ningún caso parece ser que les importe demasiado. Es muy divertido a la hora de avanzar por el mapeado, nos encontramos con un montón de situaciones distintas en el rato que nos dure la partida y es espectacular en casi todos sus enfrentamientos. Lo han lanzado a precio de derribo, así que si os gusta la acción, la exploración y no necesitáis que un juego tenga un presupuesto enorme para poder dedicarle un tiempo, es muy recomendable.
Hemos realizado este análisis adquiriendo el juego en Steam.